René Lobos, el hombre que vino del norte a cambiar las vidas de los jóvenes de Lavapiés con sus poemas

Un taller de spoken word en el Ateneo y una visita al Guernica en el Reina Sofía, han sido algunas de las actividades programadas dentro del proyecto Mandela de Dragones de Lavapiés

Las palabras de “Adiós Hermano”, el poema que René Lobos escribió para despedirse de su antiguo yo, el pandillero, el traficante, el hombre violento van golpeando los oídos de un grupo de chavales que se hunden en sus sillas y que tratan de protegerse levantando sus capuchas. Pero René es implacable consigo mismo y con ellos. La lluvia de fonemas chilenos de su español, muy puro y aprendido en la infancia en Estocolmo, se va encadenando en frases que René ha traducido del sueco con la ayuda de Google Translate y que, afiladas, van calando rítmicamente en los chicos hasta inundarles los ojos de lágrimas. 

René sonríe con humildad al recibir sus aplausos. Sus ojos de media luna, su sobria silueta negra, sus tatuajes en el cuello y en los brazos resultan todo menos amenazantes. Los actores Ulf Stenberg, Emil Rosén y Rocío Gómez acompañan a René en este taller impartido a jóvenes de Lavapiés en el Ateneo de Madrid. “El Emil y el Ulf” como los llama René, llevan 25 años contando en los escenarios historias reales con el objetivo de provocar cambios en la sociedad. Emil es un bailarín a quien no le gusta el baile, sino el movimiento. Ulf es un actor de cine a quien no le interesa el arte inspirado en el arte, sino en la vida. Rocío es discípula de Susan Batson, la profesora neoyorquina  defensora de “la verdad” en la actuación y es la directora del Proyecto Mandela, un proyecto seleccionado por Fundación La Caixa en su convocatoria de ayudas sociales en 2023.

La idea del proyecto Mandela es explorar a través del arte las violencias urbanas que sufren los jóvenes y que les conducen a buscar una solidaridad de grupo a veces también violenta. Se trata de desactivar todo eso para poder crecer como personas. “La prevención es lo único que funciona y es fácil detectar qué niños necesitan más apoyo ¿por qué no se lo damos?”, se pregunta Emil Rosén. En su país la situación es gravísima, con tiroteos casi diarios, uso de bombas y granadas y bandas en las que jóvenes de 17 o 18 años lideran a decenas de niños traficando con drogas y armas. El gobierno conservador habla de “niños soldado”, está pensando en crear cárceles para adolescentes y ha sacado el ejército a las calles este verano. 

La situación en Madrid es diferente pero las vivencias de los jóvenes en el ámbito de la violencia son similiares: profundo desarraigo, ausencia de una figura parental que ofrezca seguridad y el racismo, el sentimiento de rechazo por parte de la sociedad mayoritaria. “A nadie le importan mis historias”, dice un chaval de los reunidos en la sala Galdós del Ateneo. Rocío GómeZ le contradice: “hay muchas personas a quienes sí nos interesan y nos han ayudado a poner en marcha todo esto”. Es el caso del mismo Ateneo de Madrid, institución con la que Rocío se ha comprometido a volver con los trabajos de los chicos. Es el caso de Rubén Olmedo, director del hotel NH Collection Madrid Suecia, quien pese a la alta ocupación de estos días decidió apoyar el proyecto con su hospitalidad. El hotel fue creado en los años 50 para facilitar las relaciones entre los dos países y mantiene ese espíritu de construcción de puentes.  También el Museo Reina Sofía ha abierto sus puertas para acoger una sesión en la que el cuadro del Guernica de Picasso ha servido para articular el diálogo sobre la violencia con trabajadores sociales y del servicio de Madrid Salud. René Lobos lleva entre sus tatuajes un fusil del que crece una flor, igual que del puñal roto del Guernica. El poeta, participante en el Teatro Real de Estocolmo en  varias sesiones de “spoken word” ha descubierto en la galería próxima al cuadro de Picasso, los cuadros de Dalí cuyas reproducciones copiaba su padre, apodado el “Demonio”. 

El Reina Sofía apoyó la investigación de Rocío Gómez y Dolores Galindo  “Dragones X el Reina” en 2022 y forma la red Museo Situado junto a colectivos del barro de Lavapiés entre los que se encuentra el club de fútbol Dragones de Lavapiés, impulsor del proyecto Mandela. En este proyecto del club también hay deporte pero cediendo protagonismo a la creación artística. La Embajada de República Dominicana en España ha expresado su interés por el proyecto, visitando la sede de los Dragones. 

Los artistas suecos que han venido a conocer a los jóvenes de Lavapiés les han arrancado un compromiso: el de escribir sus historias. Con las clases de Rocío Gómez y la mentoría de los suecos, serán capaces de contarla ante un público. “Humanizar y comprender” es el objetivo, explica Rocío. Está conmovida por lo que acaba de ocurrir. Es muy difícil que los chicos sean capaces de romper sus corazas. “Soy un hombre” repite René Lobos en uno de sus poemas, y los hombres no lloran. Los pañuelos de papel circulan por la sala. “No es fácil caminar en la vida sin apoyos. Las manos de estos chicos están tendidas. Necesitamos ser los primeros en estrecharlas” dice Emil Rosén. René lleva años trabajando en la mentoría de jóvenes en entornos violentos y Emil y Ulf trabajan en el Fryshuset, una organización sueca dedicada a la juventud. Les ofrecen apoyo psicológico, formación, orientación laboral…

“Nos gustaría poder ofrecer también todo eso desde Dragones”, explica la presidenta del Club, Dolores Galindo. Por  ahora ayudamos con deporte, teatro y mentoría comunitaria.  “Ojalá podamos hacer más”, explica.

La desprotección en la que se encuentran muchos de los jóvenes que acuden a las canchas del Casino de la Reina es evidente. Algunos acaban de cumplir los 18. Siguen necesitando apoyo por parte del mundo adulto. Los estigmas y las identificaciones policiales ahondan en la herida. Al revés, los modelos de cambio positivo como René Lobos pueden ayudar. Él y Ulf y Emil se han comprometido a acompañar el proceso durante los próximos meses.

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