LOS DRAGONES DE LAVAPIÉS PARTICIPAMOS EN EL CONGRESO EL “DEPORTE QUE TRANSFORMA” EN VALLADOLID PARA LUCHAR CONTRA LA POBREZA INFANTIL

El congreso “Deporte que Transforma”, ha sido una iniciativa del Alto Comisionado contra la Pobreza Infantil que ha convocado en los tres últimos días del mes de marzo en Valladolid a algunos de los principales actores en el uso del deporte con fines sociales. El reto es muy serio: acabar con las cifras que avergüenzan a nuestro país, 2.7 millones de niños en situación de pobreza, algo que Ernesto Gasco, designado por Pedro Sánchez para encabezar esta lucha, no ha dudado en calificar como “indigno e injusto”.

Aprender de iniciativas que están en marcha y crear una red eran objetivos del encuentro. La Fundación Eusebio Sacristán ha sido la anfitriona. Ha recibido a entidades benéficas de otros grandes deportistas como Nadal, los hermanos Gasol o Cruyff. También a organizaciones internacionales como Fútbol Más o “Common Goal” creada por Juan Mata y que busca que los y las grandes futbolistas se solidaricen con proyectos de fútbol para el cambio a través de una estructura que garantiza unos estándares de calidad e impacto. Hemos conocido programas como el puesto en marcha por la atleta y trabajadora social Aauri Bokesa en centros de menores o como ATERPE, del Athletic de Bilbao, diseñado por Iñaki Alonso, delegado de infancia en el club y experto en crear entornos seguros.

Ha habido espacio para talleres y para redactar los fundamentos de cómo ha de ser el deporte social.

Los Dragones de Lavapiés hemos representado al deporte que transforma desde la comunidad. El barrio es nuestra fuerza y la superdiversidad, nuestro principal rasgo identitario. Por eso la lucha antirracista es consustancial para nosotras y por eso hemos llevado al congreso nuestro proyecto “Black Lives Matter, Vidas que importan y que inspiran”, premiado por FARE Network y el Ministerio de Asuntos Exteriores español, en su convocatoria de difusión de Derechos Humanos. 

La inspiración es la palanca que mueve cualquier cambio. Desde Jesse Owens en los Juegos Olímpicos del nazismo hasta Simone Biles demostrando su fuerza al denunciar los abusos sexuales hay deportistas cuyas historias merecen ser contadas una y otra vez. 

El deporte es una fuente de producción narrativa muy poderosa que puede luchar contra la injusticia social. Porque conecta con las emociones. Los ojos del presidente de la organización internacional ISCA, Mogens Kirkeby, se llenaron de lágrimas al hablar de Khalida Popal, la futbolista afgana que logró evacuar del país a más de un centenar de mujeres futbolistas y sus familias al tomar de nuevo el poder los talibanes en 2021. Precisamente Khalida tiene un vínculo especial con las Dragonas de Lavapiés pues fuimos emparejadas dentro del programa Integration of Refugees Through Sport del que también habló Kirkeby en el congreso. 

Khalida es nuestra mentora para mejorar nuestro programa de acogida de refugiados (por ahora nuestro equipo senior masculino de fútbol 11). Nació en el peor país del mundo para nacer mujer. Sólo con una gran determinación pudo crear un equipo de fútbol en Kabul que llegó a ser la selección nacional de Afganistán. Posteriormente se refugió en Dinamarca y ha creado la organización Girl Power. Junto a Malala, defiende que este verano las futbolistas en el exilio puedan representar a su país en el mundial de Australia. 

Khalida sabe bien que el deporte es una herramienta política de transformación y trabaja todos los días para que nadie olvide a las mujeres de Afganistán. Nosotras, las Dragonas, creemos que el fútbol es una forma de estar conectadas con un mundo tan complejo que a veces necesitamos simplificar en un esquema de juego. Desde el corazón de Madrid y de la superdiversidad intentamos que ese esquema incluya la equidad. Y que al contar esas historias impacten en la realidad y la transformen.

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