EL CAMPO DE FÚTBOL DE DRAGONES EN MADRID ACOGE LOS TALLERES BLACK LIVES MATTER: LAS HISTORIAS DE VIDA DE TOMMIE SMITH Y JOHN CARLOS, SADIO MANE, “FORMIGA” O SERENA WILLIAMS EMPODERAN A JUGADORES Y JUGADORAS DE FÚTBOL E IMPULSAN EL CAMBIO

Una serie de seis talleres para celebrar la herencia del activismo negro en el deporte es el proyecto que Dragones de Lavapiés está desarrollando con la ayuda de la beca Black Lives Matter de FARE Network. Los deportistas y activistas masculinos y femeninos comparten historias de vida inspiradoras con las nuevas generaciones. Los talleres están siendo grabados por Zampano Producciones y serán parte de una exhibición mixta online / offline.

La imagen de Tommie Smith y John Carlos levantando el puño, haciendo el saludo del “black power” en el podio de los Juegos Olímpicos de1968, está en las pantallas esparcidas por el césped de la cancha urbana de Dragones de Lavapiés en Madrid. Unos cuantos niños del equipo alevín del club de fútbol ven el video de 19,83 segundos de la histórica carrera de 200 metros mientras el activista Yeison García López los contempla.
Yeison es uno de los jóvenes líderes afros con una carrera más prometedora en España. Nacido en Cali (Colombia) y criado en Madrid: activista contra el racismo, poeta y politólogo, Yeison no ha perdido la capacidad de comunicarse con los niños a través del juego y un discurso que discurre calmado pero firme, buscando el diálogo y la escucha.
“Esa imagen tan conocida de Marcelo arrodillado en el campo de fútbol. Esto es un legado, es un compromiso con la lucha contra el racismo”, cuenta Yeison antes de volver a 1968, a la época en la que el asesinato de Martín Luther King todavía era reciente y el mundo reaccionó con dureza ante la actuación de Tommie Smith y John Carlos en los Juegos Olímpicos. Hay un hilo que une esta protesta con el arrodillamiento del futbolista estadounidense Colin Kaepernick durante el himno nacional de Estados Unidos: la conciencia y también las enseñanzas de Harry Edwards, profesor de la Universidad de Sociología que los guió. “No necesitas la universidad para tener conciencia pero te ayuda a hacerla crecer”, dice Yeison, cofundador de la organización universitaria Kwanzaa y del Festival Afroconciencia.
Los jóvenes futbolistas de Dragones están ansiosos por compartir historias sobre el racismo en el campo. Yeison les dice: “Yo descubrí que la mejor manera de enfrentar los insultos es estar orgulloso. Nadie puede sentirse superior a ti si el orgullo está en tus ojos”.
El empoderamiento de todas sus jugadoras y jugadores es el principal objetivo del club de fútbol Dragones de Lavapiés en Madrid. 200 niños y 50 adultos de más de 45 orígenes nacionales diferentes juegan contra el racismo, la gentrificación y, últimamente, la crisis del coronavirus.
“Escuchar las historias de vida de las atletas negras que marcaron la diferencia es una forma de decirles a las niñas que pueden lograr sus metas incluso cuando se les dice que no pueden”, explica la feminista negra Arita Mitten a un grupo de niñas y niños. sentados en círculo en la cancha. Tan difícil como fue para el futbolista brasileño “Formiga”, la gimnasta Simone Biles, la tenista Serena Williams y las atletas pioneras Alice Coachman y Wilma Rudolph, pudieron luchar contra la discriminación racial y de género para conquistar sus sueños.
Además de una idea de empoderamiento que va más allá del ámbito del deporte, el proyecto Black Lives Matter en Dragones también quiere resaltar la solidaridad y la fraternidad de los afroactivistas. Según el entrenador de los Dragones, Babou Jallow, el futbolista Sadio Mané encarna a ambos. Mané es muy admirado en Dragones, donde muchos niños visten la camiseta de la selección de Senegal con el nombre de Mane en la espalda. “Utiliza el dinero para construir hospitales y ayudar a la gente de su comunidad”, explica Babou. Como Sadio, Babou proviene de una familia muy religiosa a la que no le gustaba que jugara al fútbol. Aunque su trayectoria vital y su carrera futbolística son muy diferentes y Babou tuvo que arriesgar su vida para venir a Europa y esperar años para tener un estatus legal, comparte la idea de grandes jugadores como Mané o Keita Baldé (el jugador del Mónaco que alojó a trabajadores temporeros africanos atrapados en Cataluña en un brote de coronavirus el verano pasado) de ayudar a la comunidad de procedencia. Babou y otros ocho compañeros han creado una escuela y un club de fútbol en su pueblo natal: “Dragones de Keur Babou Ndiity” es el nombre del club de fútbol senegalés.

También Lay, miembro de AISE (Asociación de Inmigrates Senegaleses) ha creado un equipo en su pueblo, cerca de Touba, en Senegal. Junto con Aziz ha venido al campo de Dragones para compartir sus historias que hablan de Drogba, de Winnie Mandela y de la búsqueda de un mundo más justo tras una historia de esclavitud y colonización. Frente a ellos está Christian, uno de los músicos de Afrojuice 195, protagonistas de un anuncio internacional de Puma y de la canción con la que La Liga presenta su balón en las dos últimas temporadas. Christian, músico y enfermero, escucha atento. Él está orgulloso de su herencia africana y se emociona hablando de Mohamed Alí, el mejor boxeador del mundo quien se rebeló contra la discriminación y se negó a ir a Vietnam.

Generar conciencia de cómo los esfuerzos y sacrificios de los deportistas negros impulsaron la justicia social en todo el mundo es el objetivo de este programa de encuentros que tendrán su prolongación en un vídeo y una exposición ilustrada.

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