EL EX-FUTBOLISTA DEL BARÇA VISITA LA EXPOSICIÓN DE FOTOGRAFÍA EXTERIOR “HERE BE DRAGONS” EN EMBAJADORES 18
-“¿Eres zurdo?”, pregunta Manuel, de seis años a Lobo Carrasco mientras juegan a fútbol.
-No, sonríe levemente el Lobo desde su metro ochenta y tres centímetros de altura, desde sus 58 años, once de ellos como jugador del Barça, volviendo muy rápido al balón.
Antes de que llegaran los niños al solar de Embajadores 18, mientras veíamos la exposición de fotografías, sí que nos ha contado que de pequeño quiso ser zurdo y que practicó hasta que todo el mundo lo creyó. “Yo hubiera sido feliz en esta canchita de niño. No necesitaba más. Horas y horas pateando el balón. La hubiera gastado”, dice el Lobo. “Además este sitio tiene algo especial: puedes estar jugando y la gente te ve”, dice señalando a los balcones que rodean este solar en medio de la ciudad, custodiado por el campanario de San Cayetano y la mujer gigante del graffitero El Rey de la Ruina. “Hay grandes jugadores que no soportan la presión de jugar en un estadio con público”, explica Lobo.
Embajadores 18 como una corrala de “streetfootball”… es una forma interesante de pensar en este espacio en el que los Dragones de Lavapiés de cuatro a seis años entrenan y que ahora han transformado en espacio expositivo: FARE, la red europea por la igualdad en el fútbol ha seleccionado su propuesta de crear una exposición fotográfica para que forme parte de las acciones que desarrolla simultáneamente en 50 países diferentes durante el mes de octubre.
#FootballPeople es el hashtag que comparten en redes sociales y viendo a Lobo jugar y relacionarse con los niños se entiende que la “Gente del Fútbol” es una nación y tiene un idioma propio. Un idioma en el que la pregunta aparentemente inocua de Manuel (“¿eres zurdo?”) tiene su peso.
Lobo no entiende la vida sin jugar a fútbol, sin desarrollar actividad al aire libre. Pasea entre las fotos de Jesús Gabaldón: retratos de niños, de entrenamientos, de nervios antes de un partido… “Los futbolistas que juegan en la calle tienen algo que nadie más tiene. Yo he jugado muchas horas en la calle. Pero hoy en día los futbolistas tienen que estudiar. En la Masía (la escuela de alto rendimiento del Barcelona), los chicos y las chicas tienen que sacar buenas notas, ya no vale sólo con jugar bien al fútbol. La carrera de fútbol es corta. Hay que formarse”, recalca el Lobo.
Varios de los retratos de la exposición que cuelga en lonas en las paredes del solar tienen como protagonistas a niñas. “El fútbol femenino es imparable, yo veo fútbol femenino” dice.
Impulsar un fútbol más igualitario es el objetivo de FARE y Dragones con la exposición “Here Be Dragons”. Los Dragones de Lavapiés son un club de fútbol que agrupa a más de 120 niños con 30 procedencias nacionales diferentes y que se enorgullece de defender los Objetivos de Desarrollo de la ONU como miembro de SDSN Youth.
El apoyo de figuras tan conocidas como Lobo Carrasco o como la de la brasileña seis veces campeona del mundo Ju Delgado, quien también ha visitado Embajadores 18 es fundamental. Ellos son capaces de comunicarse en ese idioma secreto de los niños y las niñas: el fútbol.