El hueco dejado por la demolición de una gran casa solariega en ruinas a la altura de Embajadores 18 (frente al teatro Pavón y muy cerca de la iglesia de San Cayetano) se va a convertir en unos pocos días en una pequeña cancha urbana de fútbol con césped artificial y luz. Se cumple el sueño de las niñas y niños del barrio de Lavapiés que allí juegan a fútbol desde 2016. El ayuntamiento de Madrid y la Fundación Atlético de Madrid han puesto los medios materiales para la transformación, pero han hecho algo más importante: han escuchado a los niños.
Por nuestra parte, en el club de fútbol Dragones de Lavapiés, entendimos desde el día que obtuvimos el permiso para organizar actividades y entrenamientos en el solar, que ese espacio no escaparía al influjo del enorme graffiti de El rey de la Ruina, protagonizado por una mujer gigante con dos corazones fuertes y las palabras de Rosa Luxemburgo «socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres». Desde el minuto uno sabíamos que el solar estaba destinado a ser un espacio de participación infantil y de feminismo.
Solamente en ese espacio, con el acceso más controlado que en la cancha del Casino de la Reina, la actividad de fútbol para chicas ha podido desarrollarse con éxito. Solamente allí los niños y las niñas han podido apropiarse del espacio: limpiando, arrancando hierbajos, pintando… y por supuesto: jugando, que es una forma de crear.
Nada ha sido casual en todo este proceso de transformación del espacio urbano. Hay algunos hitos importantes que creemos que merecen ser señalados:
EL AYUNTAMIENTO NOS DA LA LLAVE
El primer paso importante fue acudir al ayuntamiento para solicitar el uso del espacio. Después de dos años entrenando a un centenar de niños y niñas sabíamos que la necesidad de un espacio de juego más en el barrio era urgente (más cuando los colegios e institutos no comparten fácilmente los suyos). El concejal de Centro, Jorge García Castaño prestó atención a todo lo que le contamos y, tras estudiarlo, nos dio permiso para entrenar en el solar. Además, el ayuntamiento se comprometió a realizar unos trabajos para alisar el terreno. La comunicación con el concejal así como con el gerente del distrito Jesús Martín fue para nosotros fácil y cercana. Entendían el proyecto y querían apoyarlo.
Cuando nos avisaron de que habían terminado las obras, nos dieron la llave y, tras comprobar la necesidad de refinar el trabajo, los chicos y las chicas de los equipos infantil y cadete (12-14 años) quitaron piedras equipados con picos, rastrillos y palas del huerto del Casino.
A finales de septiembre de 2016 tres entrenadores de Dragones anclaron con cemento las porterías y las redes que la Asociación Garaje (oficialmente gestores del espacio durante un tiempo) nos trajeron: Babow Jallow, Luis Serrano y su hijo Andrés pusieron toda su pericia y oficio en calcular el punto más adecuado para colocar las arquerías, cavar los cimientos y hundir allí las metas.
Con el cemento de la base todavía sin fraguar del todo realizamos nuestra primera actividad: una feria de ciencia con la Asociación Pitote en la que efectivamente, los experimentos se hicieron con gaseosa. Pese a que Luis nos había advertido que esperáramos para usar las porterías, fue imposible detener las ganas de jugar. La ciencia dejó paso al fútbol aquel día y fue muy bonito.
MANUAL PARA ESCRIBIR CAMPOS DE FÚTBOL
Al fin de semana siguiente, Luis desembarcó bajo la lluvia en su furgoneta con un primo a quien acababa de recoger del aeropuerto, procedente de Quito y los elementos para una nueva liturgia: con unas estacas e hilo rojo tensó unas guías y, después, con una lata agujereada, fue espolvoreando cuidadosamente el yeso para escribir las líneas: el campo quedó marcado y a partir de entonces oficialmente se pudo jugar.
Justamente el 20 de octubre de 2016, en Quito, la conferencia de Naciones Unidas reunida para establecer la Agenda Urbana instaba a los gobiernos locales a «trabajar junto con niños, mujeres y grupos vulnerables en la toma de decisiones de su ciudad, con el fin de contar con una verdadera participación y para que puedan ejercer sus derechos y tener acceso a servicios». “El primer paso para que estos compromisos se pongan en práctica es que las autoridades escuchen a los niños. Las ciudades se deben planificar pensando en la infancia” dijo en Quito Grant Leaity, representante de UNICEF para la conferencia Hábitat III.
Niños llegados de todo el planeta han jugado en el solar que va a llamarse «EmbajadorAs». Allí han tenido lugar los entrenamientos de niños y niñas menores de diez años y la actividad de fútbol femenino de Dragones.
RESILIENCIA: FÚTBOL DE TINIEBLAS
Si algo ha evidenciado el espacio «EmbajadorAs» en estos últimos años ha sido la falta de espacios deportivos para los niños en el barrio. El barro que hizo retirarse a algún entrenador nada más pisar el solar («por aquí no vuelvo», nos dijo uno), no ha detenido a niños ni a sus familias, conscientes de que, frente al trabajo de limpiar zapatillas y poner lavadoras, es más importante que sus hijos disfruten del juego.
Tampoco la falta de luz ha impedido que acudiesen a entrenar, aunque los dos primeros inviernos era un inconveniente grave que tratamos de solventar con imaginación (sobre todo para adivinar por dónde rodaba el balón) y faroles de alimentación solar. Así nos fotografió Jesús Gabaldón cuando, acompañado del periodista Chema Caballero vino a visitarnos durante varias semanas para un reportaje del suplemento de El País «Planeta Futuro»: con dos candiles solares para iluminar las porterías y con las niñas observando tras los cristales de la caseta de obras que la Plataforma de la Construcción nos donó para guardar el material deportivo. Las niñas entonces sólo jugaban en los equipos mixtos de Dragones y todavía faltaban unos meses para que surgiese el proyecto netamente femenino.
Durante nuestro segundo invierno de entrenamientos, el ayuntamiento puso farolas y las forró para evitar choques. ¡La luz se hizo en el solar!
LOS MEDIOS, FARE Y EL LOBO NOS APOYAN: EL RELATO
El reportaje de Chema Caballero y las fotografías de Jesús Gabaldón («En Lavapiés hay dragones«) fueron una contribución importante para la transformación del espacio, un nuevo hito: las fotografías tenían una gran fuerza expresiva y solicitamos a la red FARE (Football against Racism Europe) una beca para imprimirlas en lonas y hacer una exposición. Fue una gran alegría recibir la respuesta positiva y también un nuevo reto: organizar una exposición que acordamos con el fotógrafo Jesús Gabaldón titular «Here be dragons».
Un té árabe y, de nuevo la lluvia, acogieron a los amigos que acudieron a la inauguración. El diario As hizo un reportaje en su televisión digital y en la edición en papel.
El Lobo Carrasco visitó la exposición. El ex-jugador de el Barça y de la selección española nos dijo que le gustaba mucho el espacio porque era como un teatro, con los balcones asomándose y que jugar con espectadores es algo que puede ayudar a quitar miedos que algunos jugadores tienen. Las fotografías y reportajes que se fueron grabando en este espacio (Gol TV, CGTN…) han destacado la importancia del espacio de convivencia e interculturalidad creado en EmbajadorAs.
PARTICIPACIÓN: MUCHAS MANOS DE PINTURA
Las pequeñas canchas dentro de las ciudades aglutinan en torno a ellas la vida comunitaria. Asumimos las labores para el mantenimiento y la limpieza con resignación y con bastante más entusiasmo las de pintar las paredes con un color uniforme para colgar las lonas de la exposición «Here be Dragons».
El solar ha sido el lugar perfecto para entregar diplomas, realizar talleres y juegos (de arqueología, de pintado de ruedas…) y para celebrar nuestro torneo más especial: 17 Goles, por los objetivos de desarrollo sostenible de Naciones Unidas.
CONCIENCIA GLOBAL Y ACTIVISMO
Hasta EmbajadorAs acudieron voluntarios de la OIT (Organización Internacional del Turismo) para realizar labores de mediación en los partidos que se jugaron de acuerdo a las reglas del fútbol 3 de Streetfootballworld. Uno de los mediadores del torneo, un experto en publicidad deportiva australiano, Pete Kelly decidió continuar colaborando y en los últimos dos cursos, ha entrenado durante los fines de semana a un grupo de pequeños, contagiando ilusión, empoderamiento y liderazgo.
Todas las entidades de Lavapiés que se agrupan en la Mesa de Infancia del distrito Centro participaron en el torneo para dar a conocer los 17 ODS. Entre ellos a los Dragones nos gusta destacar el número 11: ciudades y comunidades sostenibles. Porque los dragones, además de jugar a fútbol tenemos conciencia global y un compromiso por la justicia social, la paz y la sostenibilidad.
Estos aspectos básicos del proyecto forman parte de un programa universal: la agenda 2030 de Naciones Unidas. De manera simbólica hemos regalado los balones con los ODS impresos a aquellas personas en cuya mano está cambiar muchas cosas, especialmente a los políticos. Los del ayuntamiento vinieron al solar en noviembre de 2017: Celia Mayer, delegada de Políticas de Género y Diversidad y Jorge García Castaño, concejal de Centro acompañaron al presidente de la Fundación Atlético de Madrid, Adelardo Rodríguez para anunciar su apoyo a nuestro proyecto: el club rojiblanco nos ayudaba con materiales (balones y equipaciones) y con asistencia técnica de entrenadores para varios de nuestros grupos (unos 50 niños, aproximadamente un tercio de los equipos). El balón con los iconos de los 17 Global Goals para nosotros es una forma de agradecer la ayuda al tiempo que recordamos a los demás y a nosotros mismos el compromiso común para construir un mundo más sostenible y justo.
